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Un Cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard (BSC) es una poderosa herramienta para la gestión empresarial. Proporciona una visión y directriz global de la organización a través de diferentes perspectivas, como la financiera, de clientes, de procesos internos y de aprendizaje y crecimiento. Permite establecer objetivos estratégicos de forma integral, seleccionar indicadores clave para el seguimiento y medición de la estrategia y hace posible que la toma de decisiones de la empresa esté basada en información objetiva sin desviarse de la directriz. 

La implementación exitosa requiere integrarlo en todos los niveles de la empresa, comunicar la estrategia a todos los miembros de la empresa para hacerlos partícipes en su implementación y encaminar todos los esfuerzos hacia la misma dirección para hacer posible cada uno de los objetivos estratégicos plasmados en el Cuadro de Mando Integral. En este artículo, exploraremos en detalle el funcionamiento del Cuadro de Mando Integral, sus elementos y los beneficios de implementarlo.

Un cuadro de mando integral es una herramienta de gestión empresarial que proporciona una visión integral y estratégica de la organización. Se basa en la definición de objetivos estratégicos, en la recopilación y análisis sistemático de indicadores clave de rendimiento en diferentes áreas de la empresa para facilitar la toma de decisiones informadas.

Definición y concepto.

El cuadro de mando integral también llamado balanced scorecard, se define como una metodología que proporciona un sistema de medición y gestión empresarial que va más allá de los indicadores financieros tradicionales de una empresa, debido a que define y describe una estrategia de negocios . No se centra en alcanzar objetivos meramente financieros sino que parte del análisis de diferentes perspectivas que son los pilares indispensables para un crecimiento integral y lo estructura en objetivos que brindan un desarrollo equilibrado y holístico de las empresas.

Este enfoque busca integrar cuatro perspectivas clave: finanzas, clientes, procesos internos y aprendizaje y crecimiento. Cada una de estas perspectivas brinda información valiosa sobre el desempeño de la organización y permite evaluar su avance hacia la consecución de los objetivos estratégicos. A partir de estas cuatro perspectivas se establecen objetivos, indicadores, iniciativas y planes de acción para que la empresa logre un crecimiento integral y mejore su ventaja competitiva en el mercado.

Elementos y estructura del cuadro de mando integral.

El Cuadro de Mando Integral consta de varios elementos esenciales que lo componen:

  • Misión y visión empresarial: La filosofía organizacional es clave para que esta herramienta pueda lograr los resultados esperados. Cada uno de los objetivos a definir e implementar tienen que estar alineados a tu filosofía y contribuir todo el tiempo al propósito de tu empresa y a la visualización del rumbo del negocio, por lo cual, es muy importante tener definida con claridad la filosofía porque si existe algo en la estrategia que no contribuye o aporta  a tu misión o a tu visión de negocio es necesario que te replantees la dirección estratégica a seguir.
  • Propuesta de valor: Muchas veces pensamos que tener claridad en nuestra filosofía organizacional es suficiente para alinear los esfuerzos y recursos hacia una misma dirección y por consecuencia lograr implementar eficazmente la estrategia, pero no es así. Para esto es importante identificar y comunicar claramente cuál es la propuesta de valor de tu empresa, es decir, qué es lo que la hace diferente de la competencia y por lo que los clientes deberían preferirla antes que a los competidores, cuáles son tus atributos, beneficios y experiencia diferenciadora. La propuesta de valor es esencial para abordar de forma integral los objetivos plasmados en el Cuadro de Mando Integral porque será la directriz para poder definir y diseñar objetivos que busquen de forma sistémica agregarle valor al cliente y hacer posible que esos diferenciadores que son tu ventaja competitiva se potencialicen al implementar la estrategia.
  • Objetivos estratégicos: Los objetivos estratégicos no solo se definen con lo que desea o pretende alcanzar la empresa en las perspectivas de finanzas, clientes, procesos internos y crecimiento y aprendizaje sino que la definición de estos debe partir de un análisis exhaustivo de factores internos (fortalezas y debilidades) y externos (oportunidades y amenazas desde los ámbitos político, económico, social, tecnológico, ecológico y legal)  que tienen un impacto en la empresa. Asimismo este análisis se acompaña de estadísticas, tendencias en el mercado y la evolución de la empresa a lo largo del tiempo. Después de tener toda esta información analizada, la empresa tendrá todo el sustento para definir los objetivos estratégicos  y determinar las metas desde un enfoque integral que permitirán su crecimiento sostenido y posicionamiento en el mercado.

Es importante mencionar que la mayoría de los libros sobre planificación estratégica mencionan que tus objetivos estratégicos deberían ser diseñados para 5 o 10 años, yo te puedo asegurar que eso no funciona en la implementación, por lo cual te recomiendo que planifiques para un año porque el mercado evoluciona sumamente rápido y al estar rodeado de un constante cambio la planificación tiene que tener la capacidad de adaptarse para poder alcanzar los objetivos. 

Por tal razón no inviertas tiempo ni esfuerzos en planificar a más de un año porque la estrategia perderá sentido cuando no sea capaz de adaptarse a los nuevos cambios. Esto no significa que tus objetivos estratégicos no puedan tener una proyección a más de 1 año, estos pueden tener una proyección en un lapso de tiempo mucho mayor, pero lo que no es recomendable es que las empresas inviertan recursos en una planificación en ese lapso de tiempo de proyección porque las acciones y recursos que requería esa planificación perderán sentido con la evolución del mercado, así que enfoca tus esfuerzos en planeaciones anuales y en definir objetivos estratégicos con trazabilidad anual, los cuales sean capaces de brindar aproximaciones a la proyección estipulada que requiera la naturaleza de tu modelo de negocio.

  • Mapa estratégico: Para lograr una comprensión más profunda de la estrategia, los objetivos estratégicos deben plasmarse visualmente para que se pueda entender cómo se relacionan entre sí y cómo contribuyen unos a otros en la consecución del logro de estos. Para esquematizar esto existe una herramienta llamada mapa estratégico que muestra de forma condensada la estrategia, como su nombre lo indica es una representación gráfica que permite visualmente entender la ruta que hay que seguir para el logro de los objetivos estratégicos en las 4 perspectivas. Este mapa estratégico se diseña de arriba hacia abajo, pero en la implementación de la estrategia se tiene que llevar a cabo de abajo hacia arriba, es decir, desde los objetivos de crecimiento y aprendizaje, pasando por los de procesos internos, después por los relacionados con la perspectiva de clientes y por último dando como consecuencia el impacto financiero descrito en los objetivos de esta perspectiva. El mapa estratégico será tu herramienta aliada para lograr comunicar eficazmente la estrategia de la empresa al mostrar visualmente una serie de relaciones de causa y efecto entre los objetivos de las perspectivas del Cuadro de Mando Integral o Balanced Scorecard.
  • Indicadores de desempeño: Definir indicadores para monitorear el desempeño de todos los esfuerzos involucrados en el cumplimiento de los objetivos estratégicos será una herramienta de gran ayuda para dar seguimiento a lo estipulado en tu Cuadro de Mando Integral, recuerda que lo que no se mide no se puede mejorar por eso es importante medir el desempeño de forma integral. Estos indicadores deben brindar una medida de comparación entre lo que actualmente se está realizando y a lo que se espera llegar, por lo cual es muy importante que los objetivos estratégicos cuenten con al menos un indicador clave que permita monitorear su desempeño para poder alcanzar la meta esperada por la empresa. También es preciso recalcar que los indicadores no son un repositorio de datos, sino que deben ser herramientas que te permitan tomar decisiones y tomar acción en beneficio de tu empresa. 

Es importante aclarar que los indicadores pueden ser de varios tipos, de eficiencia, de eficacia, de cumplimiento y a su vez estos pueden clasificarse en indicadores de gestión e indicadores operativos. Los indicadores de gestión son los que se relacionan con administrar y/o establecer acciones concretas para hacer realidad las tareas y/o trabajos programados y planificados a nivel estratégico de la empresa. Esto no significa que solo tengas en cuenta indicadores de gestión para monitorear la estrategia porque para que realmente tengas información valor para la toma de decisiones tus indicadores operativos también tienen que estar alineados a la estrategia y contribuir a los objetivos de forma integral, estos indicadores se establecen para monitorear y medir el cumplimento de las actividades propias del funcionamiento del proceso en cuestión, los cuales a su vez contribuyen a tus indicadores de gestión.

  • Iniciativas estratégicas: El Cuadro de Mando Integral no solo debe quedar plasmado en un mapa estratégico o en indicadores de desempeño sino la parte más importante para lograr los objetivos es implementar y permear la estrategia a todos los niveles de la empresa. Por tal razón es muy importante hacer partícipes a todos los miembros desde el diseño hasta la ejecución de los planes de acción o proyectos específicos que se requieren implementar para lograr los objetivos establecidos. Es necesario que se identifique claramente a qué objetivo u objetivos estratégico contribuyen los planes de acción o proyectos, así como asignar los responsables tanto de supervisión y ejecución, que se definan indicadores para darles seguimiento, estipular fechas compromiso y definir los recursos involucrados para la implementación. Recuerda que si la estrategia solo se queda en la alta dirección o los tomadores de decisión de la empresa simplemente los objetivos estratégicos serán buenos deseos y difícilmente se podrán alcanzar.

Beneficios de implementar un cuadro de mando integral

La implementación de un cuadro de mando integral ofrece numerosos beneficios a las organizaciones:

  • Visión global de la empresa: Permite entender la interrelación entre los diferentes aspectos que influyen en el rendimiento empresarial y las acciones necesarias para lograr las metas definidas y la visualización proyectada de esta a lo largo del tiempo.
  • Enfoque estratégico: Ayuda a alinear las acciones y decisiones con los objetivos estratégicos de la organización.
  • Medición objetiva: Proporciona información cuantificable basada en indicadores que permiten evaluar el desempeño de la empresa de manera objetiva e integral.
  • Toma de decisiones informada: Brinda información relevante y actualizada para tomar decisiones basadas en datos concretos y en una análisis integral.
  • Identificación de áreas de mejora: Al ser una herramienta objetiva permite identificar oportunidades de mejora, incorporar un enfoque de mejora continua y propicia la búsqueda de procesos más eficientes que sean reflejo de la propuesta de valor de la empresa.
  • Comunicación efectiva: Facilita la comunicación interna al establecer un lenguaje común y compartido en toda la organización. Al permear la estrategia a todos los niveles, la comunicación se vuelve fluida y se encaminan todos los esfuerzos hacia una misma dirección, todos trabajan por un objetivo común.

Para poder disfrutar de todos estos beneficios y asegurar una implementación eficaz del Cuadro de Mando Integral se requiere un compromiso y una planificación adecuada en todos los niveles de la empresa, los cuales se traducirán en el éxito y la sostenibilidad de la empresa en un entorno empresarial tan cambiante.

Las cuatro perspectivas del cuadro de mando integral.

El Cuadro de Mando integral se basa en la idea de que la gestión empresarial no debe centrar sus esfuerzos y recursos solo basándose en indicadores financieros sino que debe considerar otras perspectivas que son pilares imprescindibles para el desarrollo y crecimiento de las empresas. Las 4 perspectivas que deben ser directriz para el desarrollo de objetivos a nivel estratégico son las siguientes:

Perspectiva financiera

Todas las empresas necesitan ser rentables y generar utilidades para tener continuidad, por lo cual es importante estipular objetivos que impacten económicamente a la empresa. Esta perspectiva se enfoca en aquellos objetivos relacionados con la salud financiera de la empresa que buscan incrementar sus ingresos y reducir gastos, lo cual se traduce en mejores ganancias. La perspectiva financiera proporciona información clave sobre el desempeño financiero de la empresa y su capacidad para generar valor.

Algunos indicadores que involucran esta perspectiva son la rentabilidad, el flujo de efectivo, tasa de crecimiento de las ventas, retorno de inversión, márgenes de utilidad, entre otros.

Perspectiva de clientes

Si como empresa no te preocupas por superar las expectativas de tus clientes y generar estrategias para lograr la fidelización de estos, déjame decirte que todos los esfuerzos que realices en tu empresa están siendo en vano. Las empresas no podemos olvidarnos que dentro de nuestro propósito figura un actor principal “el cliente”, por lo cual debemos agregarle valor todo el tiempo en cualquiera de las aristas de la empresa. Por tal motivo la perspectiva de clientes es de gran relevancia al momento de desarrollar objetivos estratégicos que busquen diseñar esquemas encaminados a incrementar la presencia en el mercado que se traduzcan en nuevos clientes; asegurar la satisfacción del cliente, lograr su retención, así como todo lo relacionado con la exploración de las oportunidades que el mercado ofrece. 

En esta perspectiva, se enfocan los esfuerzos para elevar la satisfacción y fidelidad de los clientes, mejorar el servicio y experiencia del cliente, ampliar la cuota del mercado, explorar nuevos mercados o nuevas ofertas de valor, aumentar el reconocimiento de la marca y todo lo relacionado para propiciar que el cliente perciba el valor generado por la empresa a través de sus productos/servicios y la experiencia deleitable alrededor de estos.

Algunos indicadores relacionados con esta perspectiva son el porcentaje de clientes satisfechos, la tasa de retención de clientes, el porcentaje de nuevos clientes, las oportunidades de negocio generadas a partir de la satisfacción del cliente, la tasa de crecimiento en el mercado, las oportunidades de negocio generadas a partir de nuevas tendencias en el mercado, entre otros.

Perspectiva de procesos 

Esta perspectiva se centra en objetivos relacionados con mejorar y hacer más eficientes los procesos de la empresa (procesos estratégicos, claves y de soporte) y propiciar el aprovechamiento eficiente de la capacidad operativa. Involucra todo lo referente a la optimización de los procesos internos, buscando procesos con un enfoque esbelto que logren un nivel de conformidad de la operación, reduzcan costos, eliminen tiempos muertos y cuellos de botella, pero sobre que aseguren el cumplimiento de los requisitos de los clientes y el flujo continuo de la operación.

Algunos indicadores relacionados con esta perspectiva son el tiempo de entrega o de respuesta, índices de productividad, tasa de devoluciones o desperfectos, tasa de no conformidades detectadas, tiempo de ciclo del proceso, entre otros.

Perspectiva de aprendizaje y crecimiento

Una empresa que no contemple como parte de su estrategia el desarrollo de los miembros que la conforman está colocando la barrera más grande que impida el crecimiento sostenido debido a que el capital humano es uno de los recursos más valiosos que hacen realidad el propósito de las empresas y hacen posible la generación de valor hacia el cliente. Esta perspectiva es el cimiento de la estrategia y los objetivos que se desprenden de ella son los catalizadores para el logro de los objetivos de las otras 3 perspectivas. 

Dentro de la perspectiva de crecimiento y aprendizaje se encuentran aquellos elementos relacionados con fortalecer el capital humano de la empresa a través del desarrollo de habilidades y capacidades del personal, así como con la creación de una cultura empresarial orientada al aprendizaje continuo y a la innovación. De igual forma, contempla cualquier factor para garantizar un ambiente laboral que propicie el crecimiento individual y profesional del personal, considerando no solo el conocimiento y la capacitación sino las herramientas de trabajo, la infraestructura adecuada y la optimización de la tecnología implementada que permita efectuar el trabajo de forma óptima con un impacto directo en el desempeño y productividad del personal.

Algunos indicadores relacionados con esta perspectiva son el porcentaje de satisfacción laboral, la tasa de capacitación de los empleados, la tasa de rotación del personal, la tasa de adopción de nuevas tecnologías, entre otros.

El cuadro de mando integral utiliza estas cuatro perspectivas para proporcionar una visión equilibrada y holística del desempeño empresarial. Al medir y analizar indicadores en cada una de estas perspectivas, las empresas pueden tomar decisiones estratégicas más informadas y alcanzar una gestión integral y sostenible en línea con sus objetivos.

Recomendaciones para la implementación exitosa de un cuadro de mando integral

El cuadro de mando integral es una herramienta fundamental para la toma de decisiones estratégicas en una organización. A través de sus diferentes etapas, permite establecer objetivos, seleccionar indicadores relevantes, realizar seguimiento y evaluación, y utilizar la información obtenida para la toma de decisiones informadas. 

Por tal motivo la implementación exitosa del cuadro de mando integral requiere un enfoque sistémico, sistemático y estructurado, al igual que de una planificación sólida y adecuada. Es fundamental definir claramente los roles y responsabilidades de los distintos actores involucrados en la implementación de los objetivos estratégicos y el monitoreo de los indicadores de desempeño, así como establecer un programa de trabajo detallado que identifique claramente los planes de acción y proyectos que se requieren para alcanzar cada uno de los objetivos. 

Además, es crucial proporcionar la capacitación y el apoyo necesario para garantizar un correcto uso y comprensión del Cuadro de Mando Integral en toda la organización. Durante el seguimiento, es importante llevar a cabo revisiones periódicas para evaluar el desempeño, identificar áreas de mejora y realizar ajustes necesarios en la estrategia.

A continuación, se presentan algunas recomendaciones clave para asegurar una implementación efectiva:

Definición clara de objetivos y metas a través de la planificación estratégica

Para lograr implementar eficazmente un Cuadro de Mando Integral es importante asegurarse que los objetivos definidos provienen de un proceso formalizado de planificación estratégica y no son tan solo la estipulación de buenos deseos de la directiva. La definición de los objetivos estratégicos debe tener sus cimientos en el análisis exhaustivo de los factores que tienen un impacto en tu empresa, tanto interna como externamente. Es fundamental establecer objetivos y metas claras que se alineen con la misión, visión y la propuesta de valor del negocio. Estos deben ser medibles, alcanzables y relevantes para la organización.

Selección adecuada de indicadores

Si pretendemos evaluar la eficacia de la estrategia de forma óptima es necesario asegurarnos de que los mecanismos de medición están enfocados en la acción y no solo en la recopilación de datos, es decir, siempre hazte esta pregunta ¿Qué tipo de decisiones me permitirá tomar la información que arroja este indicador? Es esencial elegir los indicadores correctos que reflejen de manera precisa el rendimiento de los procesos involucrados en el logro de los objetivos y no el desempeño de las personas que lo ejecutan. 

Estos indicadores te deben permitir medir el progreso desde una visión global y equilibrada de la organización para poder tomar decisiones que permitan contemplar desde un enfoque sistémico la afectación a la empresa, ya sea positiva o negativamente. Estos indicadores deben ser relevantes, cuantificables y representativos de cada una de las perspectivas del cuadro de mando integral. 

Te recomiendo que al momento de establecer las metas no utilices valores absolutos sino utilices un enfoque semaforizado que te permita establecer valores de referencia de los indicadores en tres parámetros: un valor deficiente, un valor aceptable/estable y un valor deseable. De esta forma tendrás una escala de medición que te permite encontrar áreas de oportunidad y tomar decisiones más efectivas al evaluar diferentes escenarios.

Seguimiento, evaluación y mejora continua

No basta con solo estructurar objetivos e indicadores y comenzar a medir sino que es imprescindible realizar un seguimiento constante y sistemático para que realmente la información que arroja el Cuadro de Mando Integral permita a tu empresa establecer un enfoque de mejora continua y tomar decisiones informadas que contribuyan al crecimiento y permanencia de la misma. 

Esto implica establecer responsables desde la implementación hasta el seguimiento y evaluación, así como formalizar procesos para llevar a cabo un seguimiento estructurado con un sentido de acción y no de persecución. No se trata de recopilar los datos para ver quién está haciendo bien o mal su trabajo sino evaluar el desempeño de los procesos para asegurarse que estén agregando valor al logro de los objetivos estipulados. Este seguimiento permitirá identificar desviaciones, tendencias, oportunidades, desafíos y áreas de mejora, brindando información valiosa para asegurar que la estrategia se implemente eficazmente y si existiera alguna desviación se puedan realizar los ajustes correspondientes.

Comunicación efectiva y participación de todos los niveles

Para obtener todos los beneficios de esta herramienta es indispensable involucrar a todos los niveles de la organización en la implementación del Cuadro de Mando Integral. La estrategia traducida a objetivos en las cuatro perspectivas no se puede quedar solo en los altos directivos, porque solo se resumirá en buenas intenciones; para hacerlos una realidad y alcanzar los resultados esperados hay que permear la estrategia hasta el nivel operativo más bajo de la empresa.

La comunicación efectiva y la participación de todos los equipos son fundamentales para asegurar que todos estén alineados y comprometidos con el proceso y que se pueda percibir cómo cada miembro contribuye desde su campo de acción al logro de los objetivos estratégicos.

Capacitación y formación del personal

El personal debe recibir una adecuada capacitación y formación sobre la gestión y aplicación del Cuadro de Mando Integral. Es fundamental que todos comprendan su importancia, cómo utilizarlo correctamente y cómo interpretar los resultados obtenidos. 

Esto ayudará a aumentar la eficacia y la aceptación de la herramienta, pero sobre todo a que comprendan cómo puede ser su mayor aliada y la guía más clara para asegurar que todos los esfuerzos estén en la misma sintonía y se encuentren alineados para alcanzar objetivos integrales en busca de un beneficio común.

Business Intelligence y el Cuadro de Mando Integral.

El business intelligence es un concepto que se utiliza para definir el uso de estrategias, técnicas y herramientas que las empresas utilizan para transformar sus datos (información) en conocimiento. Esto con la finalidad de eficientar el proceso de toma de decisiones al mejorar el procesamiento de los datos.

El business intelligence proporciona las herramientas necesarias para recopilar, analizar y visualizar los datos del Cuadro de Mando Integral, permitiendo tomar decisiones informadas y estratégicas de forma más ágil.

La relación entre el Cuadro de Mando Integral y el business intelligence es de gran ayuda para potenciar la gestión empresarial. Si tu empresa tiene la oportunidad de implementar algunas de las herramientas contempladas en el business intelligence puede ser un catalizador para la profesionalización del uso del Cuadro de Mando Integral. Si aún tu empresa no cuenta con la madurez organizacional ni la infraestructura tecnológica para implementar estas herramientas, no te preocupes, lo más importante es que implementes un proceso formalizado de planificación estratégica que propicie contar con un Cuadro de Mando Integral y permita a tu empresa aplicarlo como una herramienta de gestión empresarial para lograr sus objetivos estratégicos.

El procesamiento de datos automatizado que es lo que permite el business intelligence puede pasar a un segundo plano, siempre y cuando, no excluyas el procesamiento de datos como tal, el seguimiento, la medición y la evaluación de los objetivos estratégicos. Aunque tu empresa no cuente con infraestructura tecnológica para la automatización del procesamiento de su información, eso no debe ser una excusa para analizar y monitorear los datos arrojados por los indicadores, evaluar sus procesos, analizar el contexto, las tendencias y factores del entorno, revisar periódicamente la estrategia y tomar decisiones estratégicas basadas en la información objetiva.

Cómo potenciar el cuadro de mando integral

Para maximizar el potencial del Cuadro de Mando Integral es muy útil apoyarse de herramientas  y técnicas de “Business intelligence» que se utilizan para el análisis y procesamiento de los datos. Esto dependerá de la infraestructura tecnológica con la que cuente tu empresa para poder llevar el análisis del Cuadro de Mando Integral a un nivel más automatizado y poder lograr lo siguiente:

  • Implementar un sistema de recopilación de datos eficiente y confiable que permita obtener información actualizada y precisa en tiempo real.
  • Utilizar herramientas de análisis de datos avanzadas que faciliten la interpretación y el descubrimiento de patrones y tendencias.
  • Aplicar técnicas de visualización de datos para representar de forma clara y concisa la información del Cuadro de Mando Integral, así como poder hacer proyecciones de estos datos.
  • Realizar análisis de correlación y causalidad entre los diferentes indicadores del Cuadro de Mando Integral utilizando estadísticas y algoritmos.
  • Generar informes y reportes automatizados que permitan una rápida toma de decisiones basada en la información procesada del Cuadro de Mando Integral.

Herramientas y técnicas de business intelligence para el análisis de datos del cuadro de mando integral

Existen diversas herramientas y técnicas de business intelligence que se pueden utilizar para el análisis de datos del Cuadro de Mando Integral. Cabe aclarar que el uso e implementación de estas depende de la infraestructura tecnológica y capacidad de la empresa. Algunas de las más utilizadas son:

  • Data warehouse: permite almacenar y organizar grandes volúmenes de datos provenientes de diferentes fuentes.
  • Business intelligence dashboards: ofrecen una visualización clara y personalizable de los indicadores del Cuadro de Mando Integral, facilitando su interpretación y seguimiento.
  • Procesamiento analítico en línea (OLAP): permite realizar consultas multidimensionales y analizar los datos del cuadro de mando integral desde diferentes perspectivas.
  • Data mining: utiliza algoritmos para descubrir patrones y relaciones en los datos del cuadro de mando integral y proporcionar insights relevantes para la toma de decisiones.
  • Análisis de texto: permite extraer información de documentos no estructurados, como informes o comentarios de clientes, y utilizarla en el análisis del cuadro de mando integral.